tesis), materiales audiovisuales y programas de radio o televisión, información disponible en internet
(en su amplia gama de posibilidades, como páginas web, foros de discusión, entre otros), teorías, des-
cubrimientos producto de investigaciones, conversaciones personales, observaciones de hechos, creencias e incluso intuiciones y presentimientos.
Solo que hay un pequeño inconveniente, estos no son tan claros si nos referimos a la idea de un recuerdo vago aunque sin embargo es de igual calidad si alguien que investigo de artículos científicos y otro que simplemente haya visto un videojuego y se le ocurrió su idea.
Estas fuentes también llegan a generar ideas, cada una por separado o en conjunto; por ejemplo, al sintonizar un noticiario y escuchar sucesos de violencia o terrorismo, es posible, a partir de ello, comenzar a desarrollar una idea para efectuar una investigación.
Después de indagar un poco, relatarla con profesionales e incluso amigos que nos puedan ayudar a mejorar o pulirla, podemos buscar información más especifica, como artículos de ello, encuestas, datos psicológicos e historias clínicas para poder establecerla y definirla.
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